Imponente, majestuosa, con su vuelo sin aspaviento, recto, con seguridad en su norte, la garza, emprende en la altura a la búsqueda de su nueva presa, avistada desde el aire.
Esta ave -cazada por muchos- embellece todo el litoral con su silente vuelo, dejando al descubierto su siempre límpido blanco, que con el azul del cielo, hacen una amalgama que inspira a seguir en la distancia sus desvaneos.
Hoy, muchos quisieran poder tener la facilidad de traslado de la Garza, unos, para acariciar el aire fresco que expulsa el mar, otros, salir huyendo a la insoportable existencia, que vocingleros se empecinan en llamar progreso. Usted, en que grupo se incluye…. (Texto y foto de Reynaldo Hernández)
Fuente:imagenesdominicanas.com
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